MEMBRANAS DE PVC Y
MALLAS DE PVC
Las membranas de PVC han adquirido un papel fundamental en la industria de las coberturas textiles desde la década de 1960.
Las membranas de PVC son tejidos 100% de poliéster de alta tenacidad recubiertas de PVC por ambos lados, y representan una alternativa económica a los sistemas de cubierta convencionales. Además, se pueden producir en una amplia gama de colores, lo que permite adaptarlas a las especificaciones de cada proyecto arquitectónico. En tonalidades blancas brillantes, estas membranas flexibles reducen la ganancia de calor radiante, lo cual ayuda a mantener temperaturas interiores frescas incluso en condiciones climáticas cálidas.
Su ciclo de vida oscila entre 15 y 20 años, variando según el nivel de utilización.
Estas membranas arquitectónicas típicamente se revisten con una capa protectora superior de acrílico o de PVDF, con una durabilidad estimada de alrededor de 15-20 años. Sin embargo, en regiones expuestas a niveles elevados de radiación ultravioleta, como Junín o Pasco, la vida útil del PVC puede reducirse a aproximadamente 10-15 años.
Nuestras membranas de PVC cumple con la clasificación de incendios B1 según la norma DIN 4102-1 y es auto extinguible. Además, su baja masa ofrece ventajas en situaciones de incendio, minimizando la carga en la estructura. Los espesores disponibles varían entre 0.6 mm y 1.2 mm, permitiendo su adaptación según los requisitos de cada proyecto.
Las membranas de PVC pueden incorporar características específicas de aislamiento térmico, como materiales aislantes integrados en su tejido. Esto ayuda a reducir la transferencia de calor a través de la membrana, contribuyendo así a mantener temperaturas interiores más estables en las edificaciones. Esta opción ofrece un control térmico eficiente y refuerza el confort en el espacio interior.
Dependiendo del grosor de la membrana textil, la translucidez variará entre el 5% y el 40%. La transmisión de luz se puede reducir a cero insertando una capa intermedia apropiada.
Debido a su naturaleza como termoplástico, el PVC puede ablandarse hasta un estado semisólido e incorporar inhibidores de rayos ultravioleta y fungicidas anti suciedad. Durante la instalación, varias láminas del tejido pueden superponerse y soldarse mediante calor de radio frecuencia. Tras enfriarse a temperatura ambiente, estas láminas conforman una membrana continua de PVC.
El PVC, una molécula compuesta por carbono, hidrógeno y cloro, da lugar a una membrana monolítica, de sencilla fabricación. Durante este proceso, los desechos son reciclados y reutilizados, minimizando así la generación de residuos.
Las mallas de PVC están compuestas por una estructura interna de poliéster o fibra de vidrio altamente resistente, además de recubrimientos que protegen la estructura de soporte y proporcionan ventajas relacionadas con la protección solar y térmica, el confort visual, la transmisión de luz, la transparencia y la durabilidad. Estos recubrimientos también pueden estar hechos de PTFE.
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