El etileno tetrafluoretileno (ETFE) es una lámina altamente transparente que se usa como membrana monocapa o como cojín multicapa inflado neumáticamente. Este material destaca por su estabilidad ante los rayos UV y su notable resistencia química y térmica. Con solo un 1% del peso del vidrio, está revolucionando el sector de la arquitectura tensada. Esto permite crear tensoestructuras que antes eran impensables, abriendo nuevas posibilidades de diseño.
El ETFE se puede usar como una membrana de una sola capa. Para mantener su forma y estabilidad, se tensa con cables metálicos, acero ligero o aluminio. Estos materiales le dan soporte y garantizan su resistencia estructural.
En dos o más capas, el ETFE forma un cojín neumático que se fija con extrusiones de aluminio. Este cojín se apoya en una estructura ligera y se rellena con aire a baja presión. Esto proporciona aislamiento térmico y estabilidad estructural frente a cargas de viento o nieve. Si es necesario, pequeños cables pueden tensar y sostener el cojín. En condiciones típicas, los cojines de ETFE pueden tener entre 5 y 15 pies de ancho y alcanzar hasta 200 pies de longitud.
El ETFE es uno de los compuestos orgánicos más resistentes, lo que le otorga una notable durabilidad frente a diversos factores ambientales. Por esta razón, su vida útil supera los 30 años, garantizando una larga duración y rendimiento.
Tiene una clasificación de incombustibilidad de clase B1, según la norma DIN 4102. No produce gotas en caso de incendio, cumpliendo con las normas DIN EN 13501-1: B-s1, d0 y UL 94: V0. Además, su bajo peso y espesor ayudan a reducir las cargas de fuego, según pruebas realizadas. Esto lo convierte en un material seguro y confiable en situaciones de riesgo.
Pueden fabricarse en espesores que varían entre 50 μm y 350 μm. En proyectos de área media o grandes, se emplean láminas de 250 μm con anchos de rollo de aproximadamente 1.50m. La ligereza del ETFE, que pesa 100 veces menos que el vidrio, ofrece una versatilidad excepcional en diseños y aplicaciones, siendo un material destacado para cubiertas y fachadas.
Las membranas de ETFE son completamente reciclables, lo que contribuye a la sostenibilidad ambiental. Además, el ETFE presenta un espesor de aplicación típico que resulta en una masa extremadamente baja, aproximadamente 1/40 en comparación con el vidrio.
Es naturalmente translúcida, permitiendo la transmisión de luz en toda la región visible (380-780 nm). Una sola capa de ETFE de peso medio posee una alta transmisión de luz, alrededor del 90-95%, con una leve reducción al agregar varias capas.
Además, su transmisión en la región ultravioleta (320-380 nm) es significativa, aproximadamente del 83-88%, lo que crea un entorno ideal para el crecimiento de plantas. También absorbe una parte considerable de la luz infrarroja, lo que puede contribuir a la eficiencia energética de los edificios.
Mientras que una membrana de ETFE de una sola capa tiene un valor U aproximado de 5,6 W/m²K y actúa principalmente como una barrera al mundo exterior, un cojín de ETFE multicapa puede ofrecer un nivel de aislamiento más significativo. Por esta razón, se utiliza comúnmente en la arquitectura tensada para espacios convencionales.
Las cualidades térmicas de los cojines de ETFE pueden mejorarse mediante la adición de más capas de lámina para crear bolsas de aire adicionales, lo que aumenta su capacidad de aislamiento.
Monocapa ≈ 5.1 W / m² K
Dos capas ≈ 3.5 W / m² K
Tres capas ≈ 2.0 W / m² K
Cuatro capas ≈ 1.5 W / m² K
Los valores citados anteriormente son aproximados, ya que pueden variar según los detalles de la estructura. La inclusión de materiales translúcidos no tejidos permite un mayor aumento de las propiedades térmicas de las laminas.
A diferencia de las coberturas textiles tradicionales, la lámina de ETFE es un material extruido, lo que le confiere una superficie lisa. Esta suavidad reduce la acumulación de suciedad en su superficie y permite que la lluvia arrastre la mayoría de los desechos, como los excrementos de aves. Como resultado, los techos de lámina de ETFE requieren limpieza menos frecuente, siendo recomendable cada 2-3 años. No obstante, si se ha aplicado un revestimiento repelente al agua, la frecuencia de limpieza puede aumentar.
Se emplean en la construcción de techos, fachadas y edificios, ofreciendo opciones de diseño ilimitadas. Pueden ser tensionadas mecánicamente en forma de estructuras de una o varias capas, o utilizarse en estructuras neumáticas estabilizadas mediante sistemas permanentes de suministro de aire.
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